Malas noticias para la luna Europa: su capa de hielo podría ser tan gruesa que impide la vida

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Desde hace mucho tiempo, los científicos acarician la esperanza de que Europa, la gran luna helada de Júpiter , albergue vida en el vasto océano subterráneo de agua salada que se extiende bajo su helada superficie. Pero nuevas observaciones de la nave Juno, que desde 2016 estudia Júpiter y sus satélites, sugieren que esa capa de hielo p odría ser mucho más gruesa de lo que se pensaba. Tanto, que el océano que tiene debajo podría carecer del calor y las reacciones químicas necesarias para que la vida pueda evolucionar.El hallazgo, que se comunicó hace apenas unos días durante la reunión anual de la Unión Geofísica Estadounidense , complica los esfuerzos de la NASA, cuya nave Europa Clipper, lanzada el pasado 14 de octubre, ya está en camino a Júpiter con la misión de explorar esa enigmática luna.A pesar de que Juno fue diseñada principalmente para estudiar el interior del propio Júpiter, la sonda ha realizado también sobrevuelos de varias de sus lunas principales, incluida Europa. Y fue precisamente durante uno de esos sobrevuelos cuando los investigadores se dieron cuenta de que uno de los instrumentos de Juno, el radiómetro de microondas (MWR), podía servir para hacer estimaciones del espesor de la corteza lunar.Cuatro veces el EverestUn espesor que ha resultado ser realmente grande, según dijo el científico del proyecto Juno Steven Levin durante su intervención en la reunión anual. «Estamos obteniendo -afirmó- un espesor medio de la capa de hielo de unos 35 kilómetros «. Lo cual equivale a cuatro veces la altura del Everest, o a una profundidad tres veces superior a la alcanzada por cualquier perforación humana en la Tierra.«Si las mediciones son correctas -afirma a ' Science ' Brandon Johnson, científico planetario de la Universidad de Purdue- se trata de un hallazgo impactante, ya que es varias veces mayor que muchas de las estimaciones que existen». Lo cual incluye los cálculos del propio Johnson, publicados el pasado mes de marzo en ' Science Advances ' y según los cuales la capa superior de hielo de Europa sólo tenía siete km de grosor, con otra capa móvil y cambiante de otros 13 km de hielo convectivo justo debajo.Durante su charla, Levin dijo que los hallazgos de Juno no descartan esa capa convectiva, pero que si existe, estará por fuerza debajo de la capa rígida de 35 km identificada por su equipo. El radiómetro también midió el hielo a lo largo de diferentes franjas de la superficie de Europa, y no halló grandes variaciones en el grosor de la corteza.La vida, más difícilEl descubrimiento hace que las perspectivas de vida en Europa se compliquen. De hecho, con una corteza fina de hielo el océano podría 'conectar' más fácilmente con la superficie a través de grietas y conductos, aumentando las posibles reacciones químicas favorables para la vida. Pero una corteza gruesa y rígida haría mucho más difíciles esas conexiones, e indicaría al mismo tiempo que Europa podría tener menos calor interno del que se pensaba, lo que hace menos probable la existencia en el fondo oceánico de respiraderos hidrotermales, otra fuente potencial de vida.Los nuevos datos de Juno, además, se unen a otros resultados desalentadores obtenidos por la nave a principios de este año y que sugieren que la intensa radiación de Júpiter crearía menos oxígeno en el océano de Europa de lo que se pensaba anteriormente. Por último, los esfuerzos para detectar géiseres en la superficie de la luna joviana con el telescopio espacial James Webb han fracasado, lo que arroja dudas sobre los potenciales 'chorros de vapor' detectados anteriormente por el Telescopio Espacial Hubble.Con todo, los resultados de Juno podrían no ser correctos, ya que se basan en modelos que podrían contener sesgos y ser, por tanto, erróneos. De modo que los científicos no tienen más remedio que mirar al futuro y esperar que el potente radar de la Europa Clipper proporcione datos más fiables sobre el grosor real de la capa helada de Europa. Pero si el hielo resulta ser tan rígido y grueso como apunta Juno, superará también los límites de ese radar, que se sitúa a algo menos de 30 km de profundidad. Y por supuesto complicaría mucho los planes futuros de aterrizar allí y enviar sondas directamente a su océano.MÁS INFORMACIÓN noticia Si «Existe el riesgo de llegar a Marte con fallos de memoria y demasiado débiles» noticia Si «Hallaremos vida en otra estrella. No podemos ser los únicos» noticia Si Descubren que Ceres es en realidad un 'mundo oceánico' congeladoEn todo caso, eso será algo que no podremos saber a ciencia cierta hasta principios de la próxima década, cuando los resultados de Europa Clipper empiecen a llegar a la Tierra.
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