La serie creada para Movistar por Rodrigo Sorogoyen , 'Los Años Nuevos' , de salida, parece que debe ser buena, ya que el autor y director es quizás el mejor de esta joven generación y la cadena suele resultar solvente en sus planteamientos. Además, la crítica ha sido casi unánime en halagos, a mi juicio exagerados.El argumento: Ana cumple treinta tacos el día de Año Nuevo y como la mayoría de su generación todavía no sabe qué hacer con su vida. Comparte piso, no le gusta su trabajo, cambia a menudo de amigos. La interpreta con veracidad y maestría Iria del Río . Óscar cumple treinta tacos el día de Nochevieja y, al contrario que ella, tiene la vida prácticamente resuelta. Es médico vocacional y cuenta con amigos leales y constantes. Lo interpreta con acierto Francisco Carril . Ana y Óscar se lían, se enamoran y mantienen una relación con altibajos a los largo de una década.La trama se desarrolla en un formato donde cada episodio de los diez se sitúa en las Nocheviejas sucesivas, lo que permite a los espectadores observar de largo la evolución de los personajes. El paso del tiempo, entonces, o se pretende, se convierte en un personaje más que fluye al ritmo de los protagónicos. Nada que objetar al muy buen pulso fotográfico del director y su forma de iluminar interiores y exteriores, y por supuesto poco que criticar del hecho de que estos jóvenes adultos muy pero que muy de vez en cuando tomen drogas. Nada que comentar de los guiones que sugieren mundos de sensaciones. Y todos los parabienes a una sexualidad mostrada sin trapujos donde destaca el respeto y las buenas maneras. Pero hasta aquí.El cuarto capítulo es un despropósito por pacato, y lo peor, aburrido. Vemos reunidos en una cena a los padres de ella y a la madre de él, con el padre de él que no ha acudido, un poeta cuentan, lo que manda narices. Insoportable la conversación de naderías y las relaciones de parentesco donde no ocurre lo mínimo, sumado el amor algo infantil de la cena. La serie, ahí, se cae del todo.