Hace alrededor de un millón y medio de años, en una cálida sabana africana y cerca de la orilla de lo que hoy es el lago Turkana , en Kenia, dos especies totalmente distintas de homininos cruzaron sus caminos mientras buscaban comida. Ambos, en efecto, dejaron impresas sus huellas en el barro, y los análisis de los científicos han determinado que los dos rastros se dejaron casi al mismo tiempo.Lo cual, por supuesto, no significa necesariamente que las huellas fueran dejadas justo en el mismo instante, pero según un artículo recién publicado en 'Science', sí con apenas unas horas de diferencia. El conjunto, por lo tanto, representa el primer ejemplo de huellas de homininos de diferentes especies dejadas en un mismo lugar y tiempo. Es decir, que ambas especies vivieron en la misma época, ocuparon el mismo territorio y muy probablemente coincidieron en más de una ocasión en aquel antiguo paisaje africano.Noticia Relacionada estandar Si Jeremy DeSilva, antropólogo: «Los humanos somos lentos y débiles. Sólo el altruismo evitó nuestra extinción» Judith de JorgeEl hallazgo, llevado a cabo por un equipo de investigadores capitaneado por Kevin Hatala, experto en huellas de homininos de la Universidad de Pittsburg, aportará valiosa información a nuestra historia evolutiva y al modo en que las distintas especies humanas cooperaron, o quizá compitieron, en los albores de nuestra historia. Según el estudio, las huellas fueron dejadas por un Homo erectus y por un Paranthropus boisei , las dos especies humanas más comunes en el Pleistoceno.Casi al mismo tiempo«Su presencia en el mismo territorio y muy cercana en el tiempo -afirma Craig Feibel, de la Universidad de Rutgers y coautor del artículo-, coloca a las dos especies en el margen de un lago, utilizando el mismo hábitat». Feibel, que lleva investigando en el norte de Kenia desde 1981, estableció que las huellas, que se formaron en el mismo lugar de sedimentos blandos, fueron dejadas hace 1,5 millones de años y con una diferencia máxima de unas pocas horas. Según Faibel, si estos dos homininos no se cruzaron, sí que pasaron por el mismo sitio casi al mismo tiempo.Hatala, por su parte, subraya el hecho de que, aunque los huesos fósiles siguen siendo la forma principal de estudiar la evolución humana, las huellas están revelando toda una serie de fascinantes detalles sobre la evolución de la anatomía, la locomoción e incluso el comportamiento de nuestros más lejanos antepasados.«Las huellas fósiles -explica el investigador, que trabaja con huellas de homininos desde 2012- resultan interesantes porque son como instantáneas que dan vida a nuestros parientes fósiles. Con este tipo de datos, podemos ver cómo eran los individuos vivos hace millones de años, cómo se movían por sus entornos y cómo, eventualmente, se relacionaban entre sí, o incluso con otros animales. Y eso es algo que no podemos obtener de los huesos ni de las herramientas de piedra».Primera demostraciónEl equipo, según explica Rebecca Feibel, directora de programas de la Fundación Nacional de Ciencias que ayudó a financiar esta parte de la investigación, «utilizó tecnologías de imágenes 3D de vanguardia para crear una forma completamente nueva de observar las huellas, lo que nos ayuda a comprender la evolución humana y los roles de la cooperación y la competencia en la configuración de nuestro viaje evolutivo».Feibel señala que desde hace tiempo se plantea la hipótesis de que estas dos especies humanas ( Homo erectus y Paranthropus boisei ) coexistieron. Homo erectus , de hecho, que es un ancestro directo de los humanos actuales, sobrevivió durante un millón de años más. Algo que Paranthropus boisei no logró, ya que se extinguió en los siguientes cientos de miles de años sin que los científicos sepan exactamente por qué.Por eso este conjunto de huellas es tan importante. A diferencia de los huesos, estos rastros fósiles no pueden ser movidos por el agua o por algún depredador, sino que permanecen siempre en el mismo sitio, y ofrecen evidencia de comportamientos concretos.MÁS INFORMACIÓN noticia Si El niño de Dmanisi muestra que los humanos no siempre nacimos indefensos noticia Si La gravedad le sigue haciendo caso a Einstein 120 años después«Y este hallazgo -concluye Feibel-, prueba más allá de cualquier duda que no sólo uno, sino dos homínidos diferentes caminaban sobre la misma superficie, literalmente con unas horas de diferencia entre ambos. La idea de que vivieron al mismo tiempo puede que no sea una sorpresa. Pero esta es la primera vez que se demuestra».