Una de cada 127 personas en el mundo padecen trastorno de espectro autista. Son datos de último del Estudio de la Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD) 2021, que identifica el trastorno del espectro autista (TEA) como una de las diez principales causas de carga de salud no mortal para los jóvenes menores de 20 años. Los clave revelan marcadas disparidades: de los aproximadamente 61,8 millones de personas con TEA, una mayor proporción son hombres, con 1.065 casos por cada 100.000 hombres, casi el doble de la prevalencia mundial entre las mujeres (508 por cada 100.000 mujeres). Ahora, una investigación explica por qué.Publicada en 'T he American Journal of Human Genetics ', la investigación vincula el gen DDX53, en el cromosoma X , con el trastorno del espectro autista, lo que explicaría en parte su mayor prevalencia en hombres. Noticia Relacionada estandar No 77 premios Nobel tratan de evitar que Robert Kennedy Jr sea el secretario de Salud de Trump 77 galardonados envían una carta abierta en la que critican su falta de experiencia y su posición antivacunas: «Representaría un riesgo para la salud pública»El trabajo identificó variantes genéticas heredadas por vía materna en pacientes y destacó la posible implicación de otro gen cercano, PTCHD1-AS. Un análisis adicional reveló 59 variantes asociadas al TEA en el cromosoma X, incluyendo genes como FGF13, con diferencias específicas según el sexo. Los hallazgos subrayan la complejidad genética del TEA, abriendo vías para diagnósticos y terapias más precisos.En otro informe, que se publica en ' This Lancet Psychiatry ', muestra las zonas donde viven más personas con TEA, son las regiones como la región de altos ingresos de Asia y el Pacífico, incluido Japón, donde si sitúa la prevalencia más alta a nivel mundial (1.560 por cada 100.000 personas), mientras que América Latina tropical y Bangladesh registraron la más baja. A pesar de las diferencias en cuanto a sexo y región, las personas con TEA están presentes en todo el mundo en todos los grupos de edad, con un aumento de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) debido al crecimiento de la población. Los autores de la investigación que se publica en ' This Lancet Psychiatry ' subrayan la necesidad urgente de una detección temprana y un apoyo sostenido para las personas autistas y sus cuidadores en todo el mundo. «Para abordar la carga de salud mundial del TEA es necesario priorizar los recursos para los programas de detección temprana, incluidas las herramientas de diagnóstico mejoradas, en particular para los adultos y las personas en países de ingresos bajos y medios con acceso limitado a la atención, el apoyo a los cuidadores y los servicios adaptados a las necesidades cambiantes de las personas autistas a lo largo de su vida», escriben los investigadores. Además, destacan la necesidad de una mejor cobertura de datos geográficos e intervenciones específicas para las comorbilidades y los riesgos de mortalidad, como el suicidio, como pasos esenciales en este esfuerzo. Estos hallazgos proporcionan una base fundamental para diseñar las políticas y prácticas que mejoran la calidad de vida de millones de personas con TEA en todo el mundo.