Ucrania cumplió finalmente con sus intenciones, y desde ayer no circula el gas ruso por suelo ucraniano que llega a la Unión Europea –al menos de manera oficial–. Así, el denominado contrato de tránsito ha llegado a su fin , tal y como ha comunicado la compañía energética Gazprom. Los países más afectados por este corte son los que recibían el gas de manera directa, como Eslovaquia, Hungría y Moldavia. Aunque el resto de Europa también se ve afectada por el aumento de precios de esta tecnología energética . Y lo lleva haciendo desde hace dos meses, puesto que ya se descontaba la dificultad para que siguiera adelante, al menos como estaba planteado este contrato cuando se inició.Así, desde hace semanas ya se habían interiorizado los costes , según los expertos consultados por ABC. Desde el pasado mes de noviembre, el mercado TTF holandés, donde se fijan los precios del gas, los costes habían superado los 40 euros el megavatio (MWh) –cuando ya habían bajado por debajo de los 30 euros tras los años de crisis–, y han estado muy cerca de los 50 €/MWh en los últimos días de diciembre. Una situación que impacta también en la formación de los precios eléctricos.Noticia Relacionada estandar Si Naturgy prevé invertir hasta 900 millones en 30 plantas de biometano Raúl Masa Las centrales estarán operativas antes de 2030 y serán claves en el nuevo plan estratégico que verá la luz en febreroSobre las diversas consecuencias económicas con el cese del contrato de tránsito, los propios ucranianos perderán alrededor de 800 millones de euros que cobraban por permitir que el gas pasase por su país. Entre los afectados, Eslovaquia se lleva la peor parte, y así lo ha hecho constar su primer ministro, Robert Fico, que ayer alertó del «drástico impacto» que tendrá la interrupción del suministro del gas natural ruso.No obstante, desde la Comisión Europea han trasladado la idea de que el final del contrato no tendría impacto en el suministro, aunque no se ha atrevido a hacer valoraciones sobre los precios, sobre todo por el alza que ha tenido el gas en las últimas semanas. Así, aunque existía una justificación por las tensiones geopolíticas de Oriente Medio y Próximo, el otro motivo para explicar el aumento de precios en el mercado del gas era el final de este contrato.A nivel político, hace unas semanas, el propio Fico visitó Moscú para abordar el futuro de este contrato. De hecho, hizo críticas sobre la actitud de Ucrania a la hora de afrontar el problema, y llegó a manifestar que su decisión afectaría a terceros países. Ante esta tensión, el primer ministro eslovaco ha deslizado la idea de que podrían cortar parte del suministro eléctrico que llega desde su país a Ucrania. Por otro lado, Hungría, que recibe la mayor parte de su gas ruso a través de rutas alternativas como el Mar Negro, no se verá afectada por esta interrupción. Sin embargo, su postura cercana a Moscú subraya las divisiones internas dentro de la Unión Europea sobre cómo manejar la dependencia energética y las relaciones con Rusia.Poco flujo, pero importanteSegún las últimas estimaciones, la pérdida de gas que tendrá la UE no supera el 5% de las actuales importaciones, pero eso no influye para las fluctuaciones de precio. De hecho, el departamento de análisis de BNP Paribas estima, como ya se ha mencionado, que los precios habrían interiorizado un alza desde hace semanas y que, además, en los próximos días podría haber un importante repunte hasta que el mercado naturalice la situación .En este contexto hay que tener en cuenta que las reservas de gas de los diferentes países han disminuido con la llegada del frío. En estos momentos, el conjunto de la UE tiene un 72% de reservas, aunque no todos los países se encuentran en la misma situación. Por ejemplo, España (82%) y Austria (78%) se encuentran con mucho gas almacenado, mientras que otros como Francia (60%), Dinamarca (62%) o Países Bajos (57%) se encuentran con las reservas justas.Precisamente, el clima será un factor clave en los próximos días para saber si aumentará la demanda y, en consecuencia, si el mercado del gas disparará los precios. Algo, a su vez, que impacta en las importaciones de gas natural licuado (GNL) y los contratos que se firman ahora.Asimismo, en estos momentos se abordan otras alternativas. La denominada 'vía azerí' dejaría todo tal y como estaba, pero por otros canales. Rusia seguiría suministrando gas (etiquetado como 'gas azerí') a Ucrania, mientras que Azerbaiyán recibiría gas de Rusia (etiquetado como 'gas ruso'). Básicamente, no habría cambios en los flujos de gas: los que accedan al gas desde la Unión Europea comprarían gas a Azerbaiyán, que a su vez compraría gas a Rusia.En cualquier caso, y pese al bajo porcentaje que ahora mismo llegaba a través de este contrato, la incertidumbre en estos primeros días impactará en los precios del mercado del gas hasta que se asegure el suministro suficiente.