El Betis perpetró un infame partido en Mlada Boleslav y permitió que el modesto equipo checo le remontara hasta llevarse el encuentro por 2-1. El paso atrás de cambiar la Conference por la Europa League ha supuesto también un borrado de la ilusión verdiblanca por las competiciones continentales y una vergüenza considerable para los suyos. Incapaz en Varsovia , impotente en casa con el Copenhague , angustiado con el Celje y arrodillado con el Mlada. Decía Manuel Pellegrini en la previa que se equivocara el que pensara que a sus hombres no le importaba este torneo pero es que los hechos son tan tozudos que hablan por sí solos. Los verdiblancos tiraron no sólo su ilusión sino que avergonzaron a propios y ajenos en este desplazamiento que le deja con cuatro puntos, vigesimosegundo , lejos de los ocho primeros que dan acceso directo y al borde de los que se quedan fuera de poder luchar en el play off. Un desastre en toda regla que, además, tuvo la penosa guinda de la roja directa a Lo Celso, producto de la desesperación, en los últimos minutos.Celebraba el Betis el partido número cien en Europa y lo hizo calcando una historia de decepciones que no tiene fin. Mucho hablar en el vestuario y el club de que la Conference iba a ser el gran objetivo del año pero todo va camino de tirar por tierra una competición en la que aparecía entre los favoritos y hasta se había presupuestado su presencia en semifinales. Ni de eso se puede hablar ahora, que está todo tan lejos y tan oscuro que es perentorio buscar soluciones para el caminar de noviembre y diciembre antes de pensar en glorias de primavera que no tienen pinta de llegar.Fue un Betis plano, inconstante, sin talento, sin intención. Un equipo no desconocido sino desgraciadamente repetido en un curso en el que las perocupaciones son mayores que las alegrías y que invitan a un cambio de rumbo ya. A un golpe de timón en este vestuario con los que hay porque hasta la fecha Pellegrini es indiscutible y el «fichaje» que está más cerca es la incorporación de Isco en unas semanas. Ni siquiera sirve la excusa de los lesionados. Que son relevantes, sí. Pero que no vale ante un Mlada modesto que se relamió ante un Betis indolente que le regaló su primer triunfo continental. Una vergüenza en toda regla para los béticos que viajaron y los que se quedaron en casa. Todos preguntándose qué hace este equipo en Europa y hacia dónde va en esta temporada.En los primeros compases ya se vio un duelo desordenado. O más bien, descontrolado. Al menos para el Betis. El balón era un conejo y había trampas por todos lados. La presión verdiblanca era inconstante y la del Mlada, irregular. Sí tenía movilidad el ejército de atacantes por el que había apostado Pellegrini pero quitando a Lo Celso entre todos no juntaban un buen control. Es muy difícil definir en los metros finales con la imprecisión de Assane, las prisas de Chimy, la lejanía de Juanmi o las distracciones de Vitor Roque. El Mlada sí lo tenía claro y cada vez que se acercaba disparaba. Inicialmente desde lejos para ir probando. Pero al ver que podían aproximarse más a Adrián pues allá que fueron. Mientras se lo pensaban y no tenía el Betis el arma más mortífera sobre el campo y apareció a tiempo.Fue pasado el cuarto de hora cuando Lo Celso se guisó y se comió el 1-0. Se fue de varios con regates que ningún otro pensaba ni hacer y cuando iba a entrar en el área fue frenado en falta por Suchy, que recibió amarilla. La falta directa la lanzó el argentino. Era un perfil más pensado para un diestro pero le dijo a Chimy que se estuviera quieto por una vez. Lo Celso la clavó con el meta local haciendo la estatua y con un defensa saliendo en la foto bajo palos. El 1-0 debía lanzarle al Betis el mensaje de que se podía comer a un rival muy inferior que iba a disolverse como un azucarillo pero lo cierto es que el que fue saliendo del encuentro fue el grupo de Pellegrini.Metro a metro el protagonismo se centró en las acciones de Ladra y en la impericia de Vojta, por fortuna para los verdiblancos. No llegó el nueve y Adrián respiró dejando salir el balón. Luego Llorente metió el cuerpo para conceder un córner. Los balones no paraban de sobrevolar el área bética porque nunca estaban en pies amigos de los heliopolitanos. Adrián tuvo que salvar un mano a mano ante Vojta después de un error de alevín de Aitor con un pase horizontal desde el lateral. Luego Adrián toca y Natan acaba por despejar ante Ladra en otra indecisión. El Mlada se merece no sólo empatar sino ir ganando por la colección de oportunidades ante un Betis que dejó que su oponente se le subiera a las barbas y que suspiraba por el descanso cuando Vojta remató de nuevo fuera anticipándose a Natan o Ladra lanzaba fuera una falta directa por centímetros. El 1-0 era lo único bueno para los verdiblancos, que si dan esta imagen en el Villamarín se hubieran ido a los vestuarios con una sonora pitada.A Pellegrini no le gusta lo que ve y busca estabilidad y control sacando a Mateo en lugar de Vitor Roque . Se va Chimy como punta y libera la zona zona en la que Lo Celso es más peligroso y puede lanzar a los tres de arriba. Altimira tiene compañía. La modificación tiene efecto inmediato en una jugada en la que Chimy, tras pase de Lo Celso, se desembaraza de un rival y dispara rápido. Trmal despeja. Un espejismo, porque todo iba a volver al área de Adrián. Tiene que estirarse viendo un balón de Ladra que salió fuera asustando pero el gol de Vojta llegaba en el 51 en una acción en la que la defensa bética permitió hasta tres remates en el área. Adrián ya no podía hacer más ante tantísima indefensión.El 1-1 era el sonrojante reflejo de las lagunas de un Betis que veía que no sabía cómo hacer las cosas bien. Ni la presión, ni la salida de balón, ni la definición. Un equipo de un nivel muy inferior le estaba poniendo en tantos apuros que hasta se iba a adelantar por 2-1 tras un saque de esquina en el que Adrián dejó la pelota tras un despeje y sentenció Vydra habilitado por Aitor. El VAR lo validaba. El enojo de Pellegrini se veía en su siguiente reacción sacando a Juanmi y Chimy del campo y dando entrada a Jesús Rodríguez y Bakambu. Agitación como sea tras la remontada del Mlada.El desastre se estaba cocinando en un duelo que debía ser más parecido a unas primeras rondas de Copa que a un drama europeo. Pero es que el Betis se lo complicaba solo. El Mlada había perdido sus tres primeros partidos y estaba en la zona baja de la clasificación, con lo que todo tenía los argumentos de sainete. Y con el mismo guion que en Valencia , donde se hundió tras el descanso.La vergüenza torera de Jesús Rodríguez aparecía al menos y sus compañeros le buscaban. Personalidad tiene el alcalareño para pedir la pelota y encarar. Ponerse en manos de un canterano debutante dice muy poco de lo que hay en el vestuario. Sobre todo en una ubicación en la que hay jugadores de sobra. Pero así está la cosa. Éste es el mensaje.En todo caso, el Mlada seguía asustando y Adrián debía sacar una mano providencial que mandó la pelota al larguero. El árbitro lo anuló todo por fuera de juego pero el susto se mantenía en el cuerpo bético. Ya se había superado la hora de juego. El equipo checo jugaba con el tiempo y Natan y Llorente veían amarillas por protestar. Volaban los minutos y no pasaba nada, de ahí el problema, que se convertía en ansiedad y precipitación.Lo Celso conectaba con Jesús y éste entraba en el área para provocar un córner. Es el joven la principal amenaza verdiblanca. Pellegrini vuelve a agitar el once con un doble cambio. Entran Perraud y Sabaly para modificar los laterales y con ello se agotan las sustituciones. Tuvo una ocasión clarísima Lo Celso en el segundo palo tras un disparo cruzado de Bakambu pero el balón se marchó fuera por tirarse con la izquierda en lugar de la derecha.El Betis defiende con lo justo y trata de atacar con todo. Se rompe el equipo buscando el empate al menos y el Mlada busca transiciones peligrosas. Lo Celso hace una pared con Bakambu y la pelota sale fuera por poco. Quedan diez minutos más el alargue. Mateo recibe una falta al borde del área y Lo Celso toma de nuevo la pelota. Ahora sí es un perfil más para un zurdo pero la pelota da en la barrera. Pero no hay nada que echarse a la boca más allá de la expulsión por desesperación de Lo Celso. Una roja directa que le impedirá estar ante el Petrocub y, posiblemente, el Helsinki. Ahí donde el Betis se tiene que jugar lo que resta en esta Europa que tanto desprecia por los resultados que obtiene. Una vergüenza tras otra. Una preocupante faz de un equipo que en su discurso habla de objetivos que una y otra vez no logra y que ya en noviembre habla de decepciones.