El universo nunca deja de expandirse y las galaxias de alejarse. Lo mismo que el universo creado por Pixar, que, sin embargo , a fuerza de expandirse con tantos proyectos en los últimos años ha terminado por olvidar dónde está su corazón, su centro de mando. Ahora toca volver a empezar, crecer hacia adentro; toca cuidar cada planeta para hacer grande la galaxia. «La protagonista es una niña y su mundo se está expandiendo. Así que nos planteamos en la película que su rango de emociones también debería expandirse», afirma Kelsey Mann , uno de los artistas del departamento de historias de la compañía de Disney que debuta como director en 'Del revés 2', la secuela con la que el gigante de animación pretende darle la vuelta a su destino tras los últimos despidos (el 14% de su plantilla el mes pasado) y una crisis existencial que dura más de un lustro.«Me costó muchos años entrar en Pixar, conseguir ese trabajo. Nunca había soñado con una oportunidad como esta. Cuando el director de la original, Pete Docter , me preguntó si quería dirigirla, me dijo que sentía que había potencial, pero no tenía una historia concreta. Tenía que ser algo capaz de emocionarnos o no iba a salir bien. Y no tardé en encontrar la historia de 'Del revés 2'. A veces tienes que convencer a la gente de por qué es necesaria una secuela, pero no he tenido nunca este problema con esta película. Simplemente me preguntan si voy a hacer otro más después», sostiene el cineasta en lo que pretende ser un viaje de vuelta a las esencias de Pixar. A esa tierra donde los juguetes cobran vida, las casas flotan y los robots son más humanos que los propios humanos. Donde la mente, lejos de pensar, sirve de refugio para otra aventura. Y quizás otra más. Y otra. Tocado por la pandemiaDespués de una infancia plagada de éxitos, a la casa de 'Buscando a Nemo' o 'Up' le ha costado más de la cuenta asimilar su pubertad como referencia de la industria, ha sido atravesada por una pandemia, por la irrupción del 'streaming' y una crisis reputacional de la vieja guardia del tamaño de Vergüenza, una de las nuevas emociones de 'Del revés 2'.En medio de la tormenta perfecta, a la empresa de animación le cayó también encima la Envidia por los tiempos pasados, el Aburrimiento por no dar con la tecla y la Ansiedad, la revolucionada nueva estrella, por lograr devolver al estudio el esplendor de sus orígenes, donde cada película de Pixar era casi como un evento, una pequeña revolución tecnológica. «Hacer que se moviera el pelo, conseguir la textura de la piel o que el agua pareciera agua. Lo conseguimos todo, nos quedamos casi sin techo que romper. ¿Cómo haces que las cosas sean únicas y sorprendentes?», se pregunta Kelsey Mann, en busca de la fórmula perdida. Parece haber dado con la tecla.A nuevos tiempos, viejas claves. Innovar solo en lo tecnológico, pero recurrir a lo que agita a la gente desde que el mundo es mundo. 'Luca', 'Red' y 'Soul' le enseñaron al público que el sello Pixar se podía consumir desde la televisión de casa y el fracaso relativo de 'Lightyear', 'spin-off' de una de sus grandes joyas, que el tono era importante y debía ser simpático. La compañía de la lámpara Luxo frenó entonces, miró dentro y sacó la fórmula, infalible en 'Toy Story', 'Los increíbles' o 'Buscando a Dory', de las segundas partes. Y de la emoción de las películas familiares, ese espécimen casi extinguido en la gran pantalla. «Mi mejor recuerdo es cuando, con cinco años, fui a ver 'Star Wars' al cine con mi padre, en primera fila. Creo que le debo a él que se creara la Isla del Cine en mi mente. Por eso estoy feliz de que 'Del revés 2' se vea en cines, es la mejor forma de ver las películas», recuerda el director. Noticia Relacionada estandar No Terremoto en Pixar: 175 empleados despedidos, el 14 por ciento de su plantilla ABC'Del revés 2', que se estrena hoy en España, ha tardado una década en ver la luz, pero nunca es demasiado tarde. El mundo no es el mismo que cuando Alegría dominaba la sala de control de la mente de Riley. Ni cuando Tristeza volvía azul todo lo que tocaba. El mundo está ahora hecho de más contrastes, como la propia mente de la joven protagonista. «Riley, de trece años, es una persona específica, pero cualquiera puede identificarse con ella. Todos tenemos Alegría, que espero que sea la que maneje los mandos de la mayoría; pero también tenemos Ansiedad, Miedo. Todos tenemos estas emociones, sin importar quiénes somos, dónde nacimos. Es algo universal, algo con lo que mucha gente puede conectar», cuenta Mann, que insiste en que, para él, lo fundamental era «hacer una película que todos pudieran ver». «Todo está muy encorsetado. Hay películas para niños, o para adultos. Yo quería hacer una película para todos, para los niños, los padres, los abuelos», anuncia. Calienta, Nostalgia, que ahora ya si casi que sales. La película se ha hecho de rogar, pero ha entrado, como las nuevas emociones, por la puerta grande, recuperando la taquilla perdida. A la espera de conocer su rendimiento en España, Francia, Italia China, Brasil y Japón, la cinta se ha convertido ya en la mayor apertura de una película de animación de todos los tiempos, recaudando 155 millones de dólares en Estados Unidos y 140 en el resto de países. En la sala de máquinas de Pixar, Alegría, escoltada por el resto de emociones, no para de contar billetes…