Crítica de 'La luz que imaginamos' (***): Mujeres hindúes muy lejos de un ataque de nervios

2 semanas atrás 5
La joven directora india Payal Kapadia mostró su talento para esculpir imágenes en su documental 'Una noche sin saber nada', y fascinó por completo en el pasado Festival de Cannes con su primer largometraje de ficción, 'La luz que imaginamos', una historia de mujeres, de tres personajes femeninos que abruman de sensibilidad una pantalla que muestra los interiores de sus protagonistas y los exteriores de un fatigoso Bombay nocturno y turbio.Son mujeres sencillas, de diferente generación y cultura y sentido de la vida; una es enfermera jefe en un hospital y otra, más joven, trabaja con ella y también comparte piso, y la tercera, más mayor y con otras inquietudes sociales, o políticas, entra en la historia para trasladarla a otro lugar, una aldea junto al mar. No hay en lo que nos cuenta Kapadia algo realmente excepcional, pues habla de amores idos, de otros que apuntan o llegan, de sueños que no se acaban de cumplir..., es decir, nada en la película sorprende salvo la dulzura de la imagen y la ingenuidad de sentimientos, siempre volcados hacia una suave idea feminista y equilibrada del mundo que abarca la mirada.Son agradables las relaciones entre ellas, con una cámara muy pendiente de la serenidad de sus rostros y la importancia de sus conflictos, y muestra también detenimiento y algo más de aspereza en el contexto social y ambiental, en las diferencias culturales y religiosas (una de ellas, la más joven, está enamorada de otro joven musulmán), en ideas que podrían parecer ingenuas pero que están impregnadas y tratadas con la envergadura propia del lugar. En cierto modo, las formas de sugerir y decir de Payal Kapadia recuerdan los aromas y sutilezas de Satyajit Ray y su cine fluido y hermoso que deja entrar en él la vida, contradicciones y valores de la India.'La luz que imaginamos' es una película balsámica, con una imagen que mece la mirada y con una música, como de masaje ayurvédico, que alivia de espasmos y contracturas cualquier día occidental.
Leer el artículo completo