La ya nueva vicepresidenta ejecutiva y comisaria europea de Transición Limpia, Justa y Competencia, Teresa Ribera, convenció a Pedro Sánchez para que su sustituta al frente del Ministerio de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera fuera Sara Aagesen, hasta ahora su secretaria de Estado de Energía. El objetivo principal de este movimiento es continuar con el activismo ecológico en España defendido por todo el equipo de la ya exvicepresidenta tercera frente a la posición contraria que tendrá que defender en Europa por mandato de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La exministra explicó al presidente del Gobierno la conveniencia de seguir la hoja de ruta que ella marcó desde su llegada al Ministerio en asuntos medioambientales y energéticos, y que su secretaria de Estado era la persona idónea para no desviar a España del camino elegido en lo que a futuro «verde» se refiere. Según ha podido saber ABC de fuentes del entorno de la exvicepresidenta, con el nombramiento de Aagesen el presidente evitará así «una crisis mayor en su gabinete tras el 'agujero' que deja la marcha de Ribera a Europa», teniendo en cuenta además que la legislatura se la están achicando los tambores del caso Aldama y el asunto de la Fiscalía con el compañero sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que empieza a salpicar a Óscar López, a la propia Moncloa, al PSOE de Madrid, etc. Así, Ribera, explican las fuentes, consigue continuidad y sobre todo tutelar a su segunda, que «no hará nada sin consultarla», al mismo tiempo que pactará con ella varios candidatos para sentar en el consejo de la nueva Comisión Nacional de la Energía (CNE) . Desde el sector, expertos consultados coinciden en tildar a Aagesen como una técnico de carrera y formación, activista del ecologismo, que mantendrá su criterio sobre el cierre de las nucleares en España y los mini-reactores hasta que «su jefa», si acaso, le mande lo contrario desde Bruselas. A Aagesen, añaden los expertos, se le presenta un duro escenario en España y tendrá que lidiar con las empresas del sector, por el cierre nuclear definitivo, los laudos a las renovables, y el incremento necesario de la inversión en redes, mientras Ribera se ha comprometido con la presidenta Von der Leyen que, a cambio de mantener su propuesta y apuesta por ella como comisaria, en Europa tendrá que apostar por todo lo contrario. De hecho, en su examen europeo, la exministra defendió la energía nuclear como parte integrante del 'mix' energético europeo , como solución adicional para descarbonizar el sistema, en la misma línea con la del también nuevo comisario de Energía, el socialista danés Dan Jørgensen.Pieza clave en EuropaEl presidente Sánchez dio el OK a Ribera toda vez que salvaba la delicada situación de esta en su carrera hacia un sillón en el nuevo equipo de Von der Leyen, ya que no tenía todas consigo durante las audiencias en las que los europarlamentarios examinaban a los candidatos a comisarios, complicada aún más con el desastre de la DANA y la oposición del Partido Popular europeo.Noticia Relacionada estandar Si Ribera teme que el PP 'retoque' sus funciones como comisaria europea María Jesús Pérez La ministra de Transición Ecológica confía que no será vetada por los populares, con mayoría en Europa, pero prevé que vivirá el examen más exigente entre los candidatos a las diferentes comisionesConvencido pues de que abriría una crisis mayor de Gobierno si no accedía a la petición de Ribera en lugar de decantarse por dar un superministerio al titular de la cartera de Industria, Jordi Hereu –como estaba previsto, tal y como adelantó este periódico–, Sánchez dio finalmente su brazo a torcer y mató dos pájaros de un tiro. Dar continuidad al legado de Ribera en el sector energético español y colocar un peón estratégico en el poder en Europa con una de sus vicepresidentas más afines. Las fuentes aseguraron además que desde el entorno de la ya exministra de Transición Ecológica deslizaron al presidente la poca idoneidad de Hereu para asumir la Energía en su Ministerio al no ser precisamente un activista ecológico. De hecho, fuentes europeas aseguraron a ABC que en Bruselas, varios europarlamentarios tildan al ministro de Industria de un gestor mucho más responsable y compatible con la política actual energética que prevalece en la Unión que Ribera, «con cierta manga ancha para entender mejor la flexibilidad de los retos de la descarbonización».Mientras, las empresas del sector esperan que la ministra cumpla con su palabra a Von der Leyen. Estos días, según fuentes europeas, la NuclearEurope –la asociación comercial con sede en Bruselas que representa a la industria de la energía nuclear en Europa, formada por 15 asociaciones nucleares nacionales que representan a casi 3.000 empresas– acogía con satisfacción la aprobación del nuevo Colegio de Comisarios por parte del Parlamento Europeo. «En los últimos años hemos sido testigos de un cambio en la forma en que las autoridades ven la energía nuclear. Muchos reconocen ahora el papel indispensable que esta tecnología europea puede desempeñar a la hora de garantizar la soberanía energética (y, por tanto, la seguridad del suministro), así como en términos de descarbonización de la economía europea», destaca Yves Desbazeille, director general de nucleareurope. «Ya durante el mandato anterior se tomaron medidas positivas en apoyo de la energía nuclear, como su inclusión en la Taxonomía de Finanzas Sostenibles de la UE, la Ley de Industria Net-Zero y la creación de la Alianza Industrial Europea para Pequeños Reactores Modulares (SMR), y esperamos con interés seguir avanzando durante el próximo mandato», concluye Desbazeille.