Karla Sofía Gascón: «Me da rabia cuando me llega un guion con una chica trans que se dedica a la prostitución»

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Hace treinta años, mucho más que una vida dentro de su propia vida, la actriz de Alcobendas (Madrid) Karla Sofía Gascón trabajaba como secundaria en series como 'Al salir de clase', 'Canguros' o 'El súper'. Hasta que cogió las maletas y comenzó una nueva vida: se fue a México a trabajar en telenovelas y en las producciones que pudo. Allí, treinta años después, ya con 52 años, encontró la suerte definitiva, un golpe de fortuna de esos que te cambia la vida. No es una exageración: Jacques Audiard , el cineasta francés de 'Un pofeta' o 'De óxido y hueso', entre otras obras maestras, le ofreció protagonizar su nueva película, 'Emilia Pérez'. El pase oficial en Cannes ya fue una sacudida; el de la prensa, un pequeño tsunami. El resultado final fue que Karla Sofía Gascón , desconocida entre el público y la mayoria de la industria patria, se alzó con el premio a la mejor actriz de Cannes y se convirtió en la segunda mujer de Alcobendas en recibirlo. También, en la primera trans, aunque ella prefiere que las etiquetas no delimiten un personaje que desborda cualquier intento de parcelarlo. Invitada por la Academia de Cine a un encuentro abierto al público dentro de su Campus de Verano en Valencia, la actriz agradeció, lo primero, poder sentarse. No es para menos. Desde que pasó de desconocida a estrella del momento, no ha parado. «Estoy como en un parque de atracciones en el que vas sentada y las cosas pasan a tu alrededor. De pronto, la gente que ayer veías inalcanzable ahora te viene a saludar: hace nada estaba con Bud Bunny, el otro día desayuné con Cate Blanchet... Pero todo lo veo como desde fuera, porque esto me pilla con 52 años y ya ni los éxitos ni los fracasos me van a cambiar» «, aseguró la madrileña, que recibió hace pocos días en Francia la Orden de las Bellas Artes.Noticia Relacionada Festival de Cannes estandar Si Jacques Audiard da el golpe con 'Emilia Pérez', pura música para camaleones Oti Rodríguez Marchante El cineasta francés, a la caza de una Palma de Oro con su nueva películaEn su nueva vida, dice, «hay una línea muy fina entre el sueño y la pesadilla», y reflexionó sobre el cansancio y la responsabilidad extrema de ser un referente para mucha gente y de entrar en la vorágine de la fama. «Es una cosa inigualable, me veo con una responsabilidad muy grande no solo como intérprete, también por lo que represento, que aunque no lo he elegido lo hago con mucho amor», explicó, para después, al cierre del acto, rematar la idea: «Estoy cansada de las etiquetas. Incluso la de trans. Porque siempre es 'Karla Sofia Gascón la actriz trans', pero ¿por qué no ponen que soy la actriz alta, o que estoy más gordita?' Las etiquetas están muy bien si sirven para que las personas que están degradadas socialmente, si tienen logros, se los valoren de manera relevante. No solo para resaltar cosas».Encontrarse con Karla Sofía Gascón a estas alturas de su fama es curioso. A diferencia de los intérpretes asentados, Karla habla sin sentar cátedra, sin que de su boca salgan verdades absolutas. Duda, reflexiona en alto, no sigue el camino del pensamiento único... No le importa hablar de discriminación positiva, «que no me gustaba», para a mitad de frase cambiar de vía y decir que entiende por qué está. «Es la única manera de que nos vayamos incorporando a la sociedad poco a poco. A mí como actriz me gusta que no se me limite ni se me encierre solo en los papeles según mi condición. Cuando me dicen que un personaje trans solo lo deben interpretar trans... pues digo que sí por esto, pero no porque no haya capacidad actoral para que lo hagan otras personas... Cuando me llega un guion con una chica trans que se dedica a la prostitución me da hasta rabia . Yo abogo porque los papeles se elijan según los actores que están más capacitados para interpretarlo. Si a mí me dicen que tengo que hacer de pesacadera, pues prefiero eso que hacer lo mismo otra vez», asegura, cotundente, y sentencia: «Y es precisamente lo que yo quiero decir, y es que somos personas normales y corrientes. Y si de algo puedo servir esto es para que a otras personas se las respete. Con que una sola familia no eche a su hijo o hija de casa porque me ha visto, yo me doy por feliz».Desde que logró el premio en Cannes y su nombre se hizo popular, se cumplió un vaticinio que ella sabía «que iba a suceder»: los insultos en las redes sociales. «Sé cómo se comporta la gente, llevo luchando contra esto desde que salí en 2018 en un teatro y nadie sabía cómo iba a aparecer yo», recuerda, con la lágrima cabalgando su mejilla, sobre el momento en el que anunció al mundo su verdadero ser. «Desde entonces, ha sido una especie de lucha entre el bien y el mal, la gente que te adora y la gente que te odia simplemente por existir ... Porque una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es usarla para masacrar a otras personas sin motivo... No sé si deberían prohibir las redes sociales o controlarlas, lo que está claro es que no se pueden usar para destruir a las personas. Conmigo no lo han conseguido, pero hay gente que se ha suicidado por esa presión, o gente que ha matado a otra por las mentiras que dicen», lamentó.Arriba, encuentro con Karla Sofía Gascón. Abajo, alumnos y profesores del Campus de Verano de la Academia de Cine Academia de CineMás allá de la parte reivindicativa, Karla Sofía Gascón tuvo tiempo para demostrar su faceta más divertida, que es también la más cercana a su vida diaria: «Me gustaría ser la mala de una película de James Bond o dar tortazos en una de Tom Cruise », remató.Un Campus de Verano para la inclusiónLa tercera edición del Campus de Verano Academia de Cine, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia, finalizó el pasado sábado en el Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Allí, ocho jóvenes cineastas -Beatriz Mbula, Sara Bamba, Hajar Boujtat, Anxos Fazáns, Sonia Martí Gallego, Marta Ambel, Dave Jackson e Ignacio Acconcia- recibieron formación para que sus proyectos ahonden en el retrato de la diversidad de la mejor manera posible.Cineastas de la talla de Manuel Martín Cuenca, Anna R. Costa, Pablo Remón y Estíbaliz Urresola, que ejercieron de mentores, guiaron a los jóvenes talentos. También los acompañaron, en las dos «intensas» semana que dura el Campus de Verano, la sonidista Eva Valiño, el director de fotografía Mauro Herce, las directoras de casting Ana Sainz-Trápaga y Patricia Álvarez de Miranda y los cineastas Neus Ballús y Mariano Barroso.Noticia Relacionada video-noticia No Karla Gascón en Cannes: «Me han amenazado de muerte solo por existir» EFE Cannes (Francia), 19 may (EFE).- «Me han amenazado de muerte solo por existir». Así de rotunda se mo...En el acto de clausura, según recoge la Academia de Cine, la vicepresidenta de la institución, Susi Sánchez, alabó «el talento y compromiso» de los 'campistas', al tiempo que agradeció el acompañamiento de los profesionales de la industria. «Unos profesionales diversos para unos proyectos que son buena muestra de las nuevas voces del cine español», resaltó. «El inicio del verano y el impulso a un cine diverso van unidos desde hace tres años. Confiamos en continuar afianzando esta apuesta y que muy pronto podamos ver el resultado en la gran pantalla», deseó Sánchez.En este mismo sentido se pronunció el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, José Luis Moreno. «Este Campus es necesario y es muy importante para la ciudad mantener esta actividad. Deseamos que el cambio en la industria en favor de la diversidad, no solo continúe, sino que gracias al Campus vaya más rápido», afirmó, según informó la Academia de Cine.
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