Crítica de 'Twisters' (**): Espectacular entretenimiento y las varias clases de tornados

2 meses atrás 38
Los tornados son un fenómeno meteorológico espectacular, también muy destructivo, y que, afortunadamente, en España sabemos de ellos poco y por el cine mayormente. Lo más parecido a los tornados por aquí son nuestros políticos y alrededores, con gran capacidad de rotación y creación de corrientes que levantan lo que sea; un buen tornado, al parecer, es capaz de levantar fácilmente 150 kilos, poca cosa si se compara con las cantidades de kilos que son capaces de levantar unos cuantos políticos bien situados y sus creativos equipos… De tal modo que no es difícil ver esta película, 'Twisters', y pensar que en la escala Fujita Mejorada (la que clasifica a los tornados más destructivos) nosotros tenemos 'twisters' con cargo que arrasan mucho más.La película, que ha dirigido Lee Isaac Chung (aquel de 'Minari. Historia de mi familia'), trata de poner al día aquella de Jan de Bont de 1996, con Helen Hunt, sobre la novela de Michael Crichton, y poner al día significa meterle poder, vuelo y capacidad destructiva a los tornados y darle algo más de espectacularidad… Fuera de la zona de absorción del tornado, el argumento es igualmente funcional: unos cuantos personajes, unos cuantos traumas, algún que otro tipo siniestro que pretende lucrarse con las desgracias ajenas y un par de protagonistas 'molones' que le dan sabor y aroma 'country' a esa América profunda donde salen tornados como aquí individuos que van a regenerar la política.Daisy Edgar-Jones y Glen Powell son la pareja central, ambos muy 'twisteros', ella una cazadora de tornados con sensación de fracaso y complejo de culpabilidad, y él un 'cowboy' meteorólogo que los persigue como a ternerillos. El director trata, como es natural, de combinar los dos hilos de los que cuelga el interés de su película: ¿qué pasará con esos tornados que nos amenazan? y ¿qué pasará con todos esos sentimientos que también rotan y crean corrientes? Y con todo ello, y el buen armamento técnico del que se dispone (gran despliegue visual y escenas aéreas de tensión y destrucción), pues al espectador no le queda otro remedio que entretenerse. Y con un espectador entretenido, una película de estas características cumple su función.
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