Crítica de 'Nuestro momento perfecto' (**): Sentimental juego del escondite

2 meses atrás 41
Podrían encontrarse algunas similitudes con 'Simple como Sylvain', que también se estrena esta semana: una historia de amor, ciertas incompatibilidades en la pareja, algún repaso descriptivo al mundo moderno del arte y al mundo rural y otra serie de detalles, pero la directora y también protagonista, Aylin Tezel, maneja otras sustancias para darle cuerpo a su relato. De entrada, sus personajes no son en absoluto simples, aunque en el primer tramo de la película, el del, digamos, enamoramiento, se dibujen a sí mismo como locuelos, desnortados e infantiles. Pero enseguida se busca la personalidad y la intimidad de ellos, bien cargada de material emocionalmente explosivo, para que ruede su aventura.Kira e Ian vienen ambos de un pasado tormentoso, el cual se desperdiga en el desarrollo de la historia por medio de 'flashbacks' y momentos e impresiones constantes, lo cual deja una complejidad espacio temporal e impregna la película de sentimientos pasados, cruzados, añorados y presentes con un montaje confuso. No cuesta entender la historia, pero sí requiere de una cierta atención a lo que han sentido y sienten los personajes. La relación entre ellos está bien construida, y Aylin Tezel y Chris Fulton exprimen sus recursos físicos y simpáticos para resultar cercanos a pesar de las forzadas intrigas en las que el guion y la puesta en escena los envuelve: las huidas, el misterio de la hermana, la condición de la familia, el examante de ella, sus dilemas laborales…, la búsqueda, el rechazo, la nostalgia de ese momento perfecto que suele ser, como todos, efímero.Aunque hay circunstancias graves, y tristes, Aylin Tezel consigue mantener todas sus piezas en un tono que no acentúa lo doloroso, sino que lo ve con cierto sentido del humor (la relación de él con su hermana), y a cambio del amargor ofrece algo de luz, búsqueda y musicalidad.
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